domingo, 1 de febrero de 2015

Mi principio y fin

Es irónico. Hay veces que ves cosas que piensas que nunca te podrían pasar a ti, hasta que te pasan. Yo era de esas, de las que veían ciertas desgracias en un ser ajeno y pensaba que nunca me podrían pasar a mí o a alguno de los míos, hasta que llega la vida y me da un guantazo de los que te deja ardiendo la cara y te pican hasta hacerte rabiar.
Por eso escribo esto, porque yo hace un par de meses habría agradecido leer algo como esto que me hiciera abrir los ojos, y que no hubiese tenido que ser la vida quien lo hiciera. Y eso es lo que yo vengo a hacer con esto, a abriros los ojos. Despertad joder, dejad de pagar vuestros mierdas de problemas con la gente que tenéis a vuestro lado. No dejéis que vuestros rebotes enmascaren vuestro amor por vuestra familia, y no dejéis que pase demasiado tiempo sin recordárselo. Aprovechad más el tiempo con los vuestros, pero hacedlo por gusto, no por obligación. Dedicadle a las personas con las que convivís las mejores de vuestras sonrisas, las mejores de vuestras caras, vuestro mejor yo. Porque son esas personas las que de verdad nunca te fallan, sangre de tu sangre, parte de ti de verdad, no de las que se dicen por decir.
Porque yo a día de hoy puedo decir que en mi casa tengo un tesoro, de lo más valioso que en mi vida voy a poder lograr. Y ahora, solo me queda saber estar a su altura, porque no les debo menos.
 
Mi principio y fin. 

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