lunes, 24 de septiembre de 2012

¿Hipocresía? Puede ser.

Aquel "estoy bien" que respondes tan convencido de que nadie a notado como tiembla tu voz, aquel que te preguntas como has podido decir cuando te sientes tan hundido, cuando sientes que todo se ha perdido. Esos momentos en los que desearías echarte a los brazos de la persona a la que se lo estás diciendo para sentirte seguro, protegido, pero que no puedes hacerlo porque estas "bien". Momentos en los que agradecerías no estar ahí, dejarlo atrás todo, desaparecer, dejar de mentir a tanta gente. ¿Por qué lo haces? Nadie lo sabe, supongo que por miedo, miedo a lo que piensen de ti, miedo a la reacción de los demas, miedo a preocupar a un ser querido... Cuando dices aquella frase siempre la acompañas de una sonrisa que pretende decir que estas perfectamente, pero que lo único que hace es hacerte sentir aún peor. Lloras por dentro y sonríes por fuera, ¿cómo podemos ser tan falsos? Nos encanta hacernos daño a nosotros mismos. Pero todos desamos que un amigo, uno de los verdaderos, alguien que te conoce mas que tú mismo, te mire a los ojos y abrazándote lo mas fuerte que pueda te diga: "tranquilo, se que no lo estas". Y sientes como a él le duele tambien lo tuyo, como sufre por no poder hacer nada para ayudarte, entonces es cuando se te escapa una lágrima resbalandote por la cara, seguramente la lágrima mas sincera que hayas tenido nunca. 

lunes, 17 de septiembre de 2012

Futuro

Siempre nos queda el futuro y la duda de si durará, todo esta en jugar. Nada es tan urgente, nada es importante, nada merece más la pena que mirar a la cara al presente, el instante siguiente, y la oportunidad de hacerlo diferente.

¿Un abrazo? :)

A veces, la gente, lo único que necesita es un abrazo. Que se acerquen mientras estás llorando, por cualquier problema, y en vez de una palabra de consuelo, te cojan y te digan: "No te voy a soltar..." O a veces no es necesario ni que estés llorando. Cuando alguien se queda mirando fijamente un punto en el cielo, o lleva mucho tiempo callado, desde el silencio, pide un abrazo. Sin un por qué, sin razones. 


Porque un abrazo, en muchos casos, 
es de los mejores antidepresivos que 
no puedes encontrar en una farmacia.

Te queda mucho por vivir, aprovecha

Pienso en lo que me queda por hacer, y me doy cuenta de que todavía son muchas cosas las que no he tachado de una lista imaginaria. Por ejemplo, no he viajado a NY, la ciudad de mis sueños; no he saltado en paracaídas abrazada a la persona a la que más quiero; no he hecho una fiesta en mi casa de estas que salen en la tele y que son una pasada; no me he casado, ni he tenido hijos; nunca he tenido una relación seria de verdad, de las que dan envidia, de las bonitas, de las buenas; no he hecho submarinismo; no he hecho un crucero; y muchas más cosas que me quedan por hacer. Y con esto me doy cuenta de que la vida no se debe detener porque alguien no te corresponda, o porque se cancele el concierto de ese artista que tanto te gusta, ni siquiera porque las personas a las que considerabas más importantes te fallen. No. No debes permitir que nada te detenga. Piensa en lo que te queda por vivir. Piénsalo y nunca dejes de mirar adelante.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Sus errores

Y llegó, deslumbrándolo todo a cada pequeño paso que daba. Con cada sonrisa, cada abrazo, cada palabra... Lloró cada beso perdido, cada gesto fingido, cada amor fallido... Añoró momentos mejores, personas perdidas, sentimientos mediocres... Dio la mano a todo el que se la pidió y agradeció a aquel que se la ofreció. Cada segundo de su existencia era dedicado a la felicidad agena. Dedicado a sacar sonrisas, a dar consejos, a secar lagrimas. A escuchar o a abrazar, hablar o a callar, a reír o llorar, pero siempre por y para los demás. A lo mejor esos han sido los errores de su vida, priorizar siempre a los demás. Olvidarse de ella, para pensar siempre en el resto. 


















A ella le gusta creer en el karma, y que todo se le recompensará. 

Error inevitable

¿Sabéis esa sensación de saber que algo es un error pero aún así debes realizarlo, que ya te preocuparás después? Pues eso eres tú para mi, un error inevitable.

No soy una princesa de cuento, pero tampoco me importa

No soy ninguna puta princesa jodidamente caprichosa a la que le tengan que dar todo hecho. Soy la que te espera en silencio; la que no está a tres metros sobre el cielo, sino escondida en mi habitación esperando a que aparezcas; la que si le dices ven se hace de rogar pero siempre va; la que se queda en casa cuando le da la gana; la que pasa del mundo; la que le gusta el pelo largo pero nunca lo consigue; la de la sonrisa traviesa y los ojos marrones y simples; la que adora las películas de amor y le encanta ver las tristes ; la que adora a sus amigas; la que se tira la noche entera despierta escuchando música; la que le gustan los retos; la que odia a medio mundo; a la que han jodido desde pequeña y piensa que la gente apesta; la que es capaz de tragarse su orgullo, aunque ya lo haya hecho demasiadas veces; la que te va a gritar si te pasas un poquito. No soy la típica chica de cuento, pero eso no quita que no te quiera igual o más que cualquiera de ellas.