domingo, 8 de febrero de 2015

A veces la gente habla de distancia únicamente para referirse al espacio comprendido entre dos puntos que te separa de otra persona querida. Que dice que esa distancia duele, que te destroza la vida, que rompe relaciones, la gente optimista que afirma que esta lo que realmente hace es hacerlas más fuertes. Pero a mi me aterra mucho más otra distancia, otra mucho más peligrosa, que es la que existe entre mi apariencia exterior y mi yo real. Esta distancia puede ir apareciendo poco a poco o hacerse latente de golpe de un día para otro dejando en tu interior un jodido abismo que te parte en dos. Y en ese momento te das cuenta que lo único que te mantiene realmente unida es esa gente que no te falla nunca, amigos, familia... y ya. Y te das cuenta de que no puedes contar con tanta gente con la que pensabas, y de que puedes contar con gente que nunca imaginarías. Y ese pegamento, el que no me ocupa ni los diez dedos de la mano, a esa gente, es por la única que hoy planto cara a lo que venga.

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