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Estoy sola en mi habitación. Tumbada en la cama mirando al techo. Para intentar distraerme juego a contar las manchas de gotelé de él. Pero nada vale. No consigo sacar de mi cabeza tu mirada, tu forma de hablar, de sonreír. Pienso una nueva opción, paso a ponerme los cascos con la música a todo volumen, para intentar evitar oír mis pensamientos. Pero de nada sirve, a veces por muy alto que pongas la música sólo puedes oírte a ti misma. Ya no sé que hacer para no pensar en ti. Me pongo a estudiar, tercera opción; y de cualquier palabra, anotación en el margen me recuerda a él y no logro concentrarme. Ya no me quedan opciones posibles para no pensar en ti. 

~A veces por muy alto que pongas la música sólo puedes oírte a ti mismo~